
Reunión
He estado aquí sentada, pensando en aquella vez que sorprendí a todos en casa. Nadie sabía que iba a venir, excepto mi cuñado, porque se suponía que él me abriría la puerta a las 6 de la mañana.
Fue ese dulce momento de ansiedad (del tipo bueno): guardar el secreto, asegurarse de que nadie obtenga ideas de las redes sociales (pueden arruinar muchas cosas) y asegurarse de no perturbar la rutina diaria o los planes de nadie.
Fue ese instante en el que quieres lanzarte a los brazos de tus seres queridos, pero también quieres que ellos se tomen un momento para procesar lo que están viendo. Imagina a tu familiar, a quien no has visto durante meses, de repente parado frente a ti. Dios mío... se me pone la piel de gallina...
Ya no puedo esperar a que llegue la próxima reunión. Todos sabremos que nos veremos esta vez, y eso hace que la espera sea un poco más difícil: es más difícil no extrañarlos tanto como lo haces, no contar los días y no seguir imaginando cómo vas a pasar todo ese tiempo juntos.
Estos últimos meses han sido especialmente difíciles sin ellos. No sé por qué. Me siento mucho más sola aquí y sé que no puedo ir a casa de mis padres o de mi hermana para pasar el rato. Me pone terriblemente triste.
Sin embargo, cada vez que me siento así de triste, también siento una increíble suerte y felicidad porque tengo gente a la que quiero, extraño y necesito muchísimo. ¿Qué pasaría si no los tuviera? ¿Qué miserable sería como ser humano? Me alegro de tenerlos. Y no es solo por mi familia por lo que me siento así, por supuesto. Mis amigos también. Pero este es por mi papá, mi mamá y mis dos hermanas pequeñas.
Publicado inicialmente en mi Medium: https://adelsky13.medium.com/reunion-dffc65942a48